¡Qué bueno el menudo gaditano! Por ejemplo en Casa Pepe en la gran vía viñera, la calle de La Rosa, esquina a Pastora, por donde se entra a Pinto, la plaza del Tío de la Tiza. Barrio bendito (David Palomar acaba de presentar nuevo disco, homenaje a su barrio).
Hace tiempo que Antonio Barberán me confirmó que de La Viña son muchos de los grandes de antaño. Me lo temía, lo dije hace años en un congreso de Carnaval al comprobar la importante presencia de La Viña en el repertorio de tonadillas del XVIII. Esas cosas de La Viña carnaval y Santa María flamenco son tan artificiales como que lo del cante de Triana, el macareno, de Santiago, San Miguel o La Plazuela, la Triniá o el Perchel.
La geografía del flamenco es un arma de doble filo. El aficionado flamenco suele otorgar a Cádiz cantiñas y bulerías y reserva la jondura para Jerez y Sevilla. Y dentro de Cádiz a la Viña se le retira todo mérito, siendo viñero Curro Dulce ¡Cómo cantaría con ese nombre de caramelo! Y Los Cantorales, de quienes Barberán dará buena cuenta en breve.
Saludos y muchas gracias por los comentarios. De verdad que animan una barbaridad.