No está muy claro si las playeras, antecedente musical y literario de las seguiriyas, se designan así por ser las que se cantan por la orilla de la playa o por estar inspiradas en los cantos de las plañideras, preferentemente gitanas, que eran contratadas en los sepelios para echarse unas lágrimas y cantiñear unas seguiriyas decimonónicas, tesis de José María Sbarbi de 1879, y desde entonces la más extendida, Demófilo incluido. Aportemos algún granito a la balanza costera, ya que, como vigués, el terruño obliga.
Jose Luis Navarro se inclina por la playa en el artículo 'La Playera' del primer tomo de 'Historia del Flamenco' (Tartessos 1995) donde hace un pormenorizado repaso al estado de la cuestión, siendo hasta la fecha la mención en el sainete de González del Castillo El soldado fanfarrón (segunda parte) la más antigua, canta Blas jaleado la playera, y se toca y baila el ole (seguiriya y soleá de finales del XVIII), además del zorongo y otros aires. Del Castillo falleció a causa de la peste en 1800 aunque no se publicaron sus sainetes hasta 1812. Karol Dembowski en 1838 sitúa las playeras en Málaga. Si es en la playa será playera, no plañidera, concluye Navarro.
Aunque desconocemos la fecha exacta del estreno del Soldado de Castillo, tiene que ser de finales del XVIII. Cuarenta años después, las playeras del Fanfarrón las canta la señora Monterroso en Madrid, el 8 de diciembre de 1837. El anuncio de día 4 no las cita, por lo que debieron llamar la atención al ser anunciadas cuatro días después.
Antonio Barberán aporta una noticia de 1886 de una playera que hace referencia a 1816 cantada por Perico Mariano (de Utrera o lebrija): Yo no soy deste gaó... El estudioso gaditano se inclina hacia la tesis de Sbarbi. José Gelardo confirmó esa letra con una noticia de 1830 aparecida en el blog El eco de la memoria: Yo no soy de esta tierra...
En este blog ya aportamos la noticia de la tanda de playeras en el Cádiz de 1841
Por su parte en el álbum Colección de aires populares de Manuel Fernández Grajal, editado en 1866, encontramos uno titulado curiosamente Playera o Caña, con un aire que es lo más parecido a una seguiriya de lo que se puede hallar en las partituras del XIX. Comenzando a contar en 5 tiempos, el primero estaría en el segundo tiempo del 3/4. Por música y letra lo que se llamó playera es seguiriya flamenca. Solo nos queda verificar si es de playa o de plañir.
Las penas son menos a la orilla del mar, refugio de desconsolados, así que la tristeza bien puede ser playera, además de plañidera.
El Diccionario de la lengua castellana escrito por la RAE en su décimotercera edición de 1809 ya lo define como (de playa). Cierto aire popular andaluz.
Entiendo que la tesis plañidera puede parecer más acorde con el espíritu de la seguiriya, pero me atrevo a hacer una aportación: La tonadilla a dúo Un barquero y la pastora compuesta por Luis Misón y estrenada en Madrid en 1765 encomienza: Que hermosa vista cuando el sol raya, ver en la playa tranquilo el mar, y el vientecito que hincha las velas, de mi Barquito ya la hace andar.
Pero lo mejor llega cuando el pescador canta: 'mientras yo doy al aire mis ayes y lamentos'. ¿Ayes y lamentos? seguiriyas playeras.
Seguiremos indagando.