Volvemos a leer majo referido a los pre-flamencos, Zalmorejo y Juanele, con guitarra en ristre. Y los gorjeos, la enarmonía como medio modulante al que se refería Falla definiendo las características musicales del cante jondo, en 1805
Del quejumbroso polo agitanado nos habló el Conde de Noroña en un poema editado un cuarto de siglo antes, en 1779
Estas malagueñas dieciochescas estaban lejos de ser las que hoy conocemos. No así las sevillanas, y hasta la caña y el polo agitanado, que eran flamencones, gitanos. Si los escucháramos no asomarían ni el de Tobalo ni el Natural, ni la caña de Curro Dulce, pero que tenían su acento flamenco está fuera de toda duda. Y las variaciones del fandango de Cádiz no son otra cosa que falsetas en proceso de cristalización.Hemos encontrado también una postdata de Don Preciso en referencia a una crítica a su libro Colección de las mejores seguidillas, tiranas y polos que se han compuesto para cantar a la guitarra (1799, 1803 y ampliada en 1805) que apareció en el Diario de Madrid del 27 de abril de 1803
El polo es la canción favorita de los gitanos afirma el recolector de coplas populares Iza Zamácola.
A imagen y semejanda de éste polo agitanado Manuel García compuso sendos polos que hicieron furor durante buena parte del siglo XIX. Estilización lírica de los sones populares. Hoy se lo podemos escuchar a la inefable Cecilia Bartoli en una versión si bien demasiado lírica es soberbia, como todo lo que canta la soprano romana.