jueves, 22 de noviembre de 2012

La Caña canto patriótico, también en 1842

La caña dulce (1819)* fue una tonada sobre la que los liberales cantaron sus dichas. Ortiz Nuevo en su imprescindible ¿Se sabe algo? nos mostró cómo la caña era, con el ole, un son apropiado para cantar contra los franceses en pleno 1812
papel periódico El Tío tremenda o Los Críticos del Malecón, Sevilla 1812, nº 26, p. 8
Una década larga más tarde, vencido Napoleón y restauradas las monarquías en Europa, el gran Gioacchino Rossini escribió por encargo su deliciosa ópera Il viaggio a Reims, un encuentro de europeos para asistir a la boda de Carlos X como nuevo rey de Francia. España está representada por Don Álvaro quien canta su loa al nuevo rey sobre la melodía de la caña dulce Il viaggio a Reims (1825). Suponemos que la incluyó al tratarse de un hit decimonónico que representaba al pueblo 'liberado' de Napoleón.
En noviembre de 1842 aparece de nuevo la caña envuelta en letras políticas, durante el ocaso de la regencia del general Espartero (1841 y 1843), tras ordenar el bombardeo de Barcelona. El asedio se tradujo en revueltas en todo el país.
El Heraldo 3/12/1842
Aunque se quiso acallar la irritación del pueblo El Heraldo de ese mismo día afirmaba rotundo
Los hechos se dieron el 27, así lo indica La Posdata del 28 de noviembre: 'Algunas cartas de Sevilla, fecha del 28, dicen que la tarde anterior hubo una tentativa de rebelión en igual sentido que la de Barcelona, pero se sofocó por las autoridades'.
El Católico 'informaba' de los disturbios, citando el Sevillano del 29 de noviembre, ofreciendo otra perspectiva.
El Católico 5/12/1842
¿Porqué un grupo como de 20 personas cantando la caña resulta un alarmante acontecimiento? ¿Se trataba entonces de un canto patriótico, símbolo musical de libertad?
En esos mismos días se publicaba en la prensa Un Baile en Triana de Estébanez Calderón (El Heraldo 1/12/1842). En sus escritos El Solitario se refiere a la caña como un acento prolongado que principia por un suspiro, y que después recorre toda la escala y todos los tonos, repitiendo por lo mismo un propio verso muchas veces. Con esta descripción la caña flamenca no puede ser la misma que la caña dulce, que 20 personas puedan hacer juntos tal alarde de cante parece difícil (a no ser que lo haga un coro de carnaval). Fueron géneros homónimos pero con distinta música, tal y como ocurre con el polo (y el fandango, y la rumba); solo los ayes tienen en ambas una notable presencia.
* En esta grabación del grupo Aixivil se interpreta una caña a la que se le superpone un bolero, resultando un hermoso contrapunto de melodías. Al oído el bolero tiene más de caña flamenca que la propia caña 'fatigas me dan de muerte'.