La Lidia 29/5/1882 |
'Que ni las parmas se ganan matando toros en del café, ni la guita la dan los impresario pá dispues ver bulerías'. Palmas-guita, matador-empresario, café-bulerías. No sería raro que en fecha tan temprana, Mellizo mediante, ya se cantasen y bailasen bulerías, las chuflillas con las que se remataban las alegrías. En modo mayor, en cuál sino.
¿No será que cuando pasaron a acompañarse 'por medio' (Mellizo?), como ocurrió con los tanguillos al hacerse tientos (Mellizo?), se empezaron a llamar bulerías? ¿Será en los ochenta cuando las chuflillas con las que se remataba el baile por alegre comienzan a desprenderse de mamá cantiña, cantándose alante?
El cambio a la tonalidad por medio, y la consecuente adaptación de la melodía al modo de la soleá y la seguiriya, sería entonces la clave de su expansión. Un siglo después las bulerías alcanzarán el trono de los bailes, cantes y toques. Eso si es escalar.
Los Díaz de Cádiz, toreros, flamencos, entroncando una de las estirpes cantaoras más señeras de la Tacita. Para ver más sobre la familia ver El Rincón de Ordóñez.