domingo, 31 de octubre de 2010

Un sevillano en La Habana (I) al Poeta Ortiz Nuevo

Quiero saludar desde aquí a José Luis Ortiz Nuevo y en su honor pongo esta serie de entradas. El poeta de Archidona lleva muchos años encontrando auténticas maravillas del primer flamenco, ahora en los periódicos habaneros. En el blog http://elecodelamemoria.blogspot.com/ se pueden leer algunos de estos hallazgos.
El libreto de Un sevillano en La Habana se encuentra en la Biblioteca Dramática, una colección de teatro que guarda la Biblioteca Nacional, segunda edición en 1875 en Madrid. Zarzuela en un acto de Leopoldo Palomino y música de Isidoro Hernández (otro compositor que, como Soriano Fuertes, habría que recuperar). Se estrenó con éxito (sic) en el teatro del Buen Retiro el 2 de julio de 1871. En el libreto de esta zarzuela encontramos algunas referencias flamencas que iré poniendo. Los personajes, María la O, mulata, Curro, andaluz, D. Blas, mayoral de un ingenio (azucarero), Cheito, negro, soto-mayoral, y Tomás, Torero, coro de negros y toreros, y negras de acompañamiento. La escena contemporánea y pasa en un ingenio de la Isla de Cuba. En la primera foto Curro presenta la cuadrilla flamenca en La Habana. La segunda es un tango cantado y bailado por el coro de negros y negras, jondo y lucumí entraveraos ya en aquellos años. Los toreros, la soldadesca y los emigrantes en general fueron los portadores (de vuelta) de mucho aroma cubano y americano desde los primeros años de la colonia. Así se hizo el flamenco, con grandes dosis de cubanía y 'jarochismo', Potosís, La Plata.
Más Occidente que Oriente vaya.
Saludos y gracias por los comentarios.

jueves, 28 de octubre de 2010

Aficionados al menudo

Entrada sabrosa para recibir el otoño, que a mi menda le llega con el cambio de hora. Se publicó en El Comercio en 1881.
¡Qué bueno el menudo gaditano! Por ejemplo en Casa Pepe en la gran vía viñera, la calle de La Rosa, esquina a Pastora, por donde se entra a Pinto, la plaza del Tío de la Tiza. Barrio bendito (David Palomar acaba de presentar nuevo disco, homenaje a su barrio).
Hace tiempo que Antonio Barberán me confirmó que de La Viña son muchos de los grandes de antaño. Me lo temía, lo dije hace años en un congreso de Carnaval al comprobar la importante presencia de La Viña en el repertorio de tonadillas del XVIII. Esas cosas de La Viña carnaval y Santa María flamenco son tan artificiales como que lo del cante de Triana, el macareno, de Santiago, San Miguel o La Plazuela, la Triniá o el Perchel.
La geografía del flamenco es un arma de doble filo. El aficionado flamenco suele otorgar a Cádiz cantiñas y bulerías y reserva la jondura para Jerez y Sevilla. Y dentro de Cádiz a la Viña se le retira todo mérito, siendo viñero Curro Dulce ¡Cómo cantaría con ese nombre de caramelo! Y Los Cantorales, de quienes Barberán dará buena cuenta en breve.

Saludos y muchas gracias por los comentarios. De verdad que animan una barbaridad.

domingo, 24 de octubre de 2010

Trinidad Huertas, liberal a la antigua usanza

Gracias por comentar América. Te traigo de nuevo a Huertas y los conciertos que ofreció en Cádiz en 1853, donde recibió grandes elogios. Tras el Teatro Principal toca en el Café del Correo, señero café gaditano y pocos años después lugar flamenco de pura cepa. Será que su toque de 'sublime barbero' como lo calificara con guasa Fernando Sor gustaba a los gaditanos. Aguado al parecer lo acusaba de 'ultrajar el instrumento'. Sor y Aguado, las vacas sagradas de la guitarra clásica española, contra El Huertas de Orihuela. El 'complicado arpegio' que le atribuye Soriano Fuertes podría ser un precedente del complicado arpegio flamenco. Lo flamenco comenzó por esas fechas su andadura, seguramente cuando se logró por fin cruzar el toque barbero, al puente y muy rasgueado, con el cante de la gente del bronce. Una música virtuosa que necesita ser interpretada por auténticos fuera de serie. Saludos

Noticias Varias
Esta noche da su último concierto el café del Correo el célebre guitarrista don TRINIDAD HUERTAS. Qué hemos de decir nosotros en elogio de semejante artista, que no haya expresado a una voz la prensa extranjera y la nacional? ¿En dónde se ha presentado el instrumentista español que no haya entusiasmado a cuántos han tenido el gusto de escucharlo? Y no solo la prensa, sino también la poesía ha consagrado la inspiración de sus más predilectos ratos para cantar en loor del músico-poeta, del guitarrista sin rival. El oírlo como sucedió en el teatro Principal, no es escucharlo; aquel edificio es muy grande para percibir las delicadezas de sus melodías, lo exquisito, lo sublime de su ejecución. Nosotros que hemos tenido el placer de oírlo en más estrecho recinto, no hace muchas noches, nos admiramos del incomprensible partido que el señor Huertas saca de un instrumento tan ingrato como la guitarra. Después de oírlo en una sala, se comprende como este artista español haya merecido deferencias y retribuciones de la reina de Inglaterra, de la esposa de Luís Felipe, del rey de Bélgica y sobre todo de nuestra reina que no solo lo remuneró más espléndidamente que ningún otro soberano, sino que lo distinguió con la cruz de Carlos III. El señor Huertas tiene otro mérito que el de su arte, para merecer la deferencia y aprecio de los liberales.. Durante las diferentes expatriaciones que estos han experimentado, ha sido el señor Huerta en donde quiera que ha estado más que un amigo de cuantos han solicitado su influjo y caridad. ¿Cuántas miserias no ha aliviado ya con el producto de su habilidad, ya haciendo recomendaciones a los personajes extranjeros que lo aprecian por su mérito artístico? Por todas estas atendibles razones, nosotros creemos que el señor Huertas será favorecido esta noche con un numerosa concurrencia.
Trinidad Huertas no era flamenco, ni mucho menos, pero su toque seguramente apuntaba en algunas piezas, como las variaciones sobre el fandango, que habría que habérselas escuchado. A lo mejor lo hizo Patiño que por entonces contaba 24 años y once después acompañará a Silverio. Chi sa.

sábado, 16 de octubre de 2010

El canto morisco de Silverio

Este blog, que pronto cumplirá un año, lo inicié con la noticia del primer concierto de Silverio Franconetti de la que tenemos noticia, Cádiz 1864. En ella el redactor se refería al canto oriental del genio sevillano. Un cuarto de siglo después el diario madrileño La Época, el 4 de junio de 1889, se hizo eco del fallecimiento del cantaor. El periodista compara las cadencias de Silverio con los aires moriscos. El pasado moro del flamenco acabará conociéndose mejor, primero habrá que prescindir de numerosos prejuicios que inundan lo real, lo imaginario y lo simbólico del flamenco. Gracias por los comentario y salud

lunes, 11 de octubre de 2010

Trinidad Huertas triunfa en Cádiz en 1853

Traigo a este blog una noticia aparecida en el diario gaditano El Nacional el 7 de julio (San Fermín) de 1853 con motivo de unos conciertos que ofreció en Cádiz el genial guitarrista Trinidad Huertas, admirado en Europa por los más renombrados compositores.
En el mismo sentido que en la entrada anterior dedicada a Pedrell 'Peláez', quisiera llamar la atención sobre la necesidad que tiene el repertorio académico de inspiración popular que abunda en la música española (Huertas, Arcas...) de ser reinterpretado en clave flamenca. Tal y como ocurrió cuando Paco de Lucía grabó el Concierto de Aranjuez, cobrando la obra un espíritu del que hasta entonces carecía, el repertorio de guitarra debiera hacer lo propio. Cañizares o J. Mª Gallardo ya han recorrido un buen trecho en esta dirección, pero la labor debe continuar, para así evitar el divorcio que existe entre las cátedras de guitarra clásica y las escasas de guitarra flamenca. Saludos y gracias por los comentarios.

viernes, 8 de octubre de 2010

A propósito del canto lírico y el cante flamenco

La portada que ilustra esta entrada corresponde al álbum de  'Cantos andaluces, coplas de contrabandistas, guapos, chavales y matones del cantaor Silverio' que, bajo el seudónimo de F. Peláez, compuso en 1889 el musicólogo y compositor Felipe Pedrell, padre del movimiento nacionalista español del cambio de siglo. Junto a este escribió también Aires de la tierra del cantaor Silverio. En total doce números. El mismo Pedrell reconocía que nada tenía que ver con Silverio, 'una inocente tomadura de pelo'. Los publicó Manuel Salvat (cuyo autógrafo figura en la portada). Gracias a David de http://www.papelesflamencos.com por la información cibernética en tiempo record.
Dos álbumes pues, uno para canto y piano y otro para piano con letra para canto. Seis peteneras ¡Dises que no pues bé!, Por aquer san Rafael, Me miro de arriba a abajo, esta noche va a salir, Me metí a contrabandista, ¡Arriba cabayo Moro!, dos malagueñas La que bien se quiere, Er cuerpo me huele a plomo, dos polos malagueños Si el amor en el mundo y ¿Dónde están los cuerpos buenos? una sevillana: Todos los contrabandistas, y el Paño andaluz Muchos hay que te dirán.
Es un material que incomprensiblemente no se ha grabado, que yo sepa.
Es urgente grabar la gran cantidad de música, llamémosle lírica-flamenca, que existe. Esto debiera no obstante cantarse como lo hacen los tonadilleros y cantaores, y no impostando la voz como los cantantes de ópera. Así mismo debiera hacerse con la zarzuela y la tonadilla. Hasta que no se rehaga la escuela española de canto Italia seguirá imperando ante el canto español. Saco el tema por si a alguien le interesa. He escuchado a la soprano del flamenco y por ahí no van los tiros. El esfuerzo se agradece pero se trata en mi opinión de todo lo contrario, no es cantar el repertorio flamenco a lo lírico, sino reinterpretar el repertorio lírico español en clave flamenca y tonadillera. Saludos y gracias por comentar