sábado, 30 de abril de 2011

1800: La Soledad del Gitano

Amigos del Afinador de Noticias es para mí un placer publicar, una hora después de haberla encontrado, una referencia a la soleá que creo debe ser la más antigua de las que se tienen noticia; se trata de una canción titulada 'La soledad del gitano'. Aparece en Madrid ¿dónde sino? En partitura ¡pues claro! Quizás algún día encontremos el álbum en cuestión. Creíamos que la primera noticia como tal soleá era de 1851, pues no. Medio siglo antes, en 1800 aparece un anunció en la Gaceta de Madrid, que entre otras músicas ofrece 'las coplitas de la serranita, la soledad del gitano, el llanto de las limeñas, etc. Se hallarán en la librería de Fernández, frente a las gradas e S. Felipe'. ¿Serranita, soledad y llanto limeño? ¿En 1800? ¡¡¡Qué bastinazo!!!

Buscando entonces esa soledad del gitano encuentro en la misma publicación, pero en 1807 otro anunció' En un almacén de música y papel rayado de la carrera de San Jerónimo, frente a la soledadhay la música siguiente: las canciones gitanas para guitarra, la rondeña, la caña con su ole, el paño, la bola, la malagueña sevillana, la lea, el torito, la soledad del gitano, la zandunga, el llanto de Lima y chiste de Andalucía, desde 8 hasta 12 reales cada una; dichas canciones también están para piano al mismo precio'. ¡Será por referencias a estilos!, no solo podría ser la referencia más antigua a la soleá, no sé si también lo será de la caña con su ole, la rondeña, por no hablar de la malagueña sevillana, en 1807. ¡Ay si encontráramos esas partituras! No, si ya lo decía Ortiz Nuevo hace 20 años: ¿Se sabe algo? Vamos sabiendo maestro, vamos sabiendo. Voy a celebrar el hallazgo. Saludos

lunes, 25 de abril de 2011

De buten, guay, chipén (1861)

En el Madrid de los primeros setenta se escuchaban expresiones que uno, recién llegado de Vigo, daba por nuevas, propias de la jerga madrileña de entonces. Tales como de buti, guay, da buten. Hace años encontré 'de buten' en una tonadilla de finales del XVIII, y ahora me topo con 'guay'. ¿Quién lo diría? Tiene, por lo menos, un siglo y medio. Aparece en la zarzuela en un acto y en verso de 1861 titulada 'La cruz de los humeros' de Manuel Crescj y Ricardo Mosquera. Describe una escena sevillano-flamenca, se canta por soleá y remata por seguiriya (aunque por la letra mejor deberíamos decir playeras). Y la 'curda' que se cogen el Tío Asuquita, Curro y Soleá la confitera. Faltan tres personajes de la zarzuela: El Pelao, El Chato y el Tío Cigüeña; tres prendas. El papel de Curro lo interpretó en el estreno en el Teatro del Circo de Madrid el autor de la música, Manuel Crescj. Pocas noticias tenemos de este canta-autor: en 1859 está en Lisboa con Barbieri, en Madrid en el '61, en el '69 lo encontramos como barítono de una compañía en México. En 1874 está en Valencia en un beneficio que se le ofrece después de tres temporadas de éxito, donde el director de la banda en su honor toca al cornetín 'las célebres malagueñas en las que tan justo renombre ha alcanzado el señor Crescj'. Seguiremos informando.

miércoles, 20 de abril de 2011

La Alboreá en 1855

El escritor extremeño Vicente Barrantes Moreno publicó en 1855 la novela histórica en dos volúmenes 'Juan de Padilla', sobre el lider comunero del siglo XVI. Fue prohibida por edicto del 28 de diciembre de 1857 por la iglesia debido los pasajes anticlericales que contenía. Seguramente uno de ellos es este que traemos hoy y que contiene, además de varias reflexiones interesantes, una referencia a la alboreá y su relación con el canto lastimoso de judíos, árabes, gitanos y demás proscritos: 'Solo oyendo a los gitanos cantar la alboreá en sus aduares, cuando la luz empieza a llamear en los picos de las montañas, se pueden comprender lo que dice la voz de los judíos, tan triste y tan dulce al par, tan estridente y tan sonora'. Teniendo en cuenta que las alboreás pudieron formar uno de los afluentes más caudalosos de la melodía jonda, hela aquí, en 1855. Saludos y gracias por seguir el blog.

jueves, 14 de abril de 2011

El Fandango del Candil

Con este título Ramón de la Cruz (1731-1794), el más prolífico de los saineteros del siglo XVIII, escribió uno (176?) para las compañías de los teatros de la Cruz y del Príncipe, coliseos donde se cantaba, tocaba y bailaba lo más castizo de las Españas. A lo largo de ese siglo, y siguiendo el tema de la entrada anterior, se llamaban fandangos, al género musical (menor y bailable), y también a un particular tipo de reunión festiva, también llamados bailes de candil. 
El sainete comienza con la Mariana animando a la Bastos a entrar en el fandango de su prima que es de los mejores de Lavapiés. El relato tiene interés, sobre todo cuando habla de que los bailes en casa de su prima tienen 'guitarra, violín y bandurria, y toda llena de asientos la sala y no es como en otras partes, que convidan con fanfarria a los fandangos y luego son cuatro descamisadas y dos pares de piojosos que ninguno tiene gracia para tocar un instrumento...' (leer mejor el manuscrito).
Lo único que se baila en el sainete en cuestión son seguidillas, género que reinaba a sus anchas en este repertorio, no hay rastro de fandangos. Para Ramón de la Cruz un fandango era sobre todo un baile de candil, locales nocturnos donde se cocía a fuego lento lo que un siglo después se empezará a llamar flamenco.
Enrique Granados escribiría en 1911 con este título uno de los números de Goyescas (oído al compás abandolao con el que se acompaña en el video de youtube, más propio de los fandangos cantables del XIX y el XX, que de aquel del XVIII). También hay un fandango llamado del candil que se canta y baila a lo bolero pero cuya música es sin duda alguna del XIX, con el cantable.
Saludos y gracias por seguir el blog

jueves, 7 de abril de 2011

El Fandango Indiano

Ya me he referido en varias ocasiones en este blog a la confusión que existe en cuanto al hecho de que algunos géneros musicales tengan el mismo nombre y designen en diferentes épocas estilos musicales distintos. Tal es el caso del fandango, en modo menor y bailable en el XVIII, y en mayor y cantable a partir del XIX hasta hoy. Las referencias al fandango entre 1700 y 178... se refieren a un fandango que servía como base a las múltiples variaciones que sobre su esquema rítmico-armónico (perdón) se tocaban preferentemente en la guitarra. En mi opinión muchos elementos de ese fandango, el propiamente llamado fandango de Cádiz, se disolvieron para cristalizar en el acompañamiento de jaleos, polos, cañas y por fin, de soleares y cantiñas, y perviviendo casi tal cual en las variaciones que se realizan entre las diferentes letras de los fandangos cantables, del XIX en adelante.
Ese fandango antiguo lo define por primera vez el Diccionario de la Lengua Española en 1732 como 'baile de los que han estado en los reinos de Indias...', y fandango indiano es también el título que lleva el más antiguo encontrado en música (1705). Aparece escrito en cifra en el Libro de diferentes cifras de guitarra escogidas de los mejores autores que se encuentra en la BN. Noberto Torres ha reproducido en sus libros los cinco compases de este fandango.
Hoy traigo algo que he encontrado en una publicación de 1778, las 'Obras en prosa y verso del cura de Fruime Diego Antonio Cernadas de Castro', gallego de Santiago que 'tacha', aun en los últimos setenta, al fandango como Indiano (décadas después las 'contradanzas indianas' pronto serán tangos).
Pues eso, que de procedencia indiana es buena parte de la música que sostiene el flamenco, en armonía y compás sobre todo, que en melodía ya se verá.
Aquí os dejo el enlace de flamencópolis donde podéis escuchar varios fandangos del XVIII. http://www.flamencopolis.com/archives/349
Saludos y gracias por seguir el blog.

viernes, 1 de abril de 2011

Tostado con la guitarra por la espalda

Primero creímos que era cosa de Jimmy Hendricks, pero entonces Fernando el de Triana nos informaba de cómo el sevillano Antonio Pérez 'el gran maestro Pérez, que a la vez de gran guitarrista bailaba, con la guitarra en la espalda, sin dejar de tocar y siempre lo hacía en el número de Fernanda (se refiere a la jerezana Fernanda Antúnez). La fiesta por este baile era de un efecto grandioso, por su rítmico compás y emocionante conjunto'. Esto debía ocurrir en el Café de Silverio en los años ochenta del XIX.
Hoy traemos una noticia del 16 de septiembre de 1848, hallada en el diario gaditano El Nacional acerca de las habilidades de Francisco Tostado: 'Teatro principal: Esta noche... se presentará por primera vez el célebre profesor de guitarra don Francisco Tostado a tocar una Fantasía y aire andaluz, a guitarra sola, tocando enseguida de alegro (sic) El wals de las pasiones, con variaciones, acompañado por la orquesta y ejecutando la última con la guitarra por la espalda*. Enseguida el señor Tostado tocará un adagio Adagio sentimental, a guitarra sola, al que seguirán Variaciones sobre un motivo de Dionisio Aguado, acompañadas por la orquesta. Terminando la función con Baile nacional'. De Tostado dice Mariano Soriano Fuertes 'Natural de Madrid. Fue el discípulo más preferido del P. Basilio, por su extraordinaria ejecución y facilidad en aprender. Tostado se vió obligado á tocar la guitarra para poder subsistir, y recorrió todas las provincias de España dando conciertos. Poco a poco fue perdiendo la vista: marchó a la Habana, y allí, donde naturalmente debió quedar ciego, la recobró, pero por poco tiempo. A su vuelta á España tuvimos el gusto de oírle en Sevilla: su género de música era brillante y alegre, siendo la pieza de su composición más aplaudida el Fandango con 53 variaciones, todas ellas á cual mejores en gusto y ejecución'. Variaciones del fandango de las que sin duda se nutrieron Arcas, Patiño y Molina. Sobre el Padre Basilio decir que era el sobrenombre de Miguel García, guitarrista de finales del siglo XVIII y maestro nada menos, entre otros, de Dionisio Aguado. Son muchos los que le atribuyen haber añadido la sexta a la guitarra e hizo hincapié en el punteado frente al rasgueo.
* Debía tocar parecido a como se ve en el video que ha dejado Migué en youtube pa la Vane.