lunes, 30 de abril de 2012

Scordatura del Polo, tono de rondeña en 1800

Sabemos que las scordaturas* que se realizan, entre otros instrumentos, en la guitarra son muy usuales desde el siglo XVI. Si la guitarra moderna se afina del agudo al grave Mi-Si-Sol-Re-La-Mi en el llamado tono de rondeña, adoptado por Ramón Montoya, la sexta baja al re y la tercera al fa#, logrando así un acorde de re mayor más abierto. Este acorde es la dominante del modo flamenco Do# en el que se interpreta la dicha rondeña de Montoya proporcionando una sonoridad característica. Hoy es muy usual bajar la sexta al Si tocando en el tono de granaína con un acorde de tónica abierto (escuchen para otras variantes entre otros a Diego del Morao). Hasta aquí la teoría.
En la vihuela barroca era muy usual utilizar distintos tipos de scordaturas, en la flamenca hasta Montoya por lo visto no se usó este recurso. Pero ¡llegó el Afinador señores! Hemos encontrado una scordatura en referencia al polo. Aparece en el Diario de Madrid el 19 de agosto de 1800, se trata de una respuesta al comentario sobre el Proyecto para simplificar la escritura de la música publicado días antes. Dice textualmente:
He visto muchas veces tocar un polo baxando la tercera de la guitarra medio punto, de suerte que venga a quedar en fa sustenido por cuya escala menor va la tal cantinela, y las posturas se acomodan a la novedad, de modo que resultan armonías muy agradables. Para uno que no haya de tocar más que aquel polo, está excelente la guitarra, y no hay inconveniente en que la mantenga templada en aquel orden irregular; pero quando haya de tocar otro, o aquel mismo tocador haya de tocar otra cosa, es preciso restituirla a su estado natural, y que la tercera al aire esté en sol.
Contando que se trate por la fecha de una guitarra de cinco cuerdas (sin la sexta) la scordatura corresponde al tono de rondeña que, como se dice aquí, se toca en la escala menor de fa sostenido (do# flamenco, fa# menor y la mayor). En 1800, más de un siglo antes de Montoya ¡y para el polo! En este sentido no debemos olvidar las relaciones melódicas entre el llamado polo natural (Carmona tiene una fuente) y la rondeña malagueña (navegando me perdí) ¿Se sabe algo? Ahí queda eso.
Diario de Madrid 19/8/1800















* Algunos prestigiosos tratadistas siguen refiriéndose a las diferentes afinaciones de la guitarra como desafinar las cuerdas. No se trata de desafinar sino precisamente de alterar la afinación propia de la guitarra española en algunas o todas las cuerdas para el acompañamiento de un estilo determinado. Ver más en http://es.wikipedia.org/wiki/Scordatura

sábado, 28 de abril de 2012

Así que hubo una época hermética ¿eh?

El malagueño Tomás Rodríguez Rubí publicó en 1838 'El Jaque de Andalucía' obra de costumbres gitanescas al estilo de la época, valiosa fuente de información para indagar los orígenes del género flamenco. El Semanario Pintoresco Español era el lugar apropiado para dar a conocer estas obritas. Ahí va un interesante fragmento del Jaque que apareció el 21 de octubre de 1838, una escena en la malagueña y flamenca calle Mármoles*
El bolero y la cachucha, el ole y otros jaleos, con cañas, polos y rondeñas forman parte del repertorio del naciente género flamenco.
Textos como este muestran que lo doméstico y lo público no estaban reñidos. Mientras en las casas resonaba lo indígena, en las tablas se atemperaba el acento, para todos los públicos. Pero que nadie intente convencernos de que lo hecho en teatros, cafés y ventas era menos arte que el que se interpretaba entre primos.
El periódico jerezano Asta Regia publicó el 13 de septiembre de 1880 un breve poema titulado 'Sobre un asiento' (osea sentado) que nos ha llamado la atención.  Se refiere a Dolores la Zarceta y nos ha hecho pensar en Mercé la Serneta jerezana que contaría entonces 40 años y, en otro verso, el macareno afirma te quiero más que al teatro quiere a la gente flamenca'.

 
Que el teatro adoraba a la gente flamenca no cabe duda, y el jerezano si cabe aun más, donde los flamencos según sabemos daban auténticos recitales en el Eguilaz. Sin embargo seguramente el poeta Pepito se refiera a lo teatreros que son los flamencos, en su calidad de actores en la vida real. Si el sentido fuera el primero la noticia viene al caso debido a las continuas afirmaciones por parte de ciertos 'estudiosos' respecto a que el flamenco se vio empobrecido cuando, en las primeras décadas del siglo XX, se hizo comercial y fue arrancado de los hogares gitanos y las casas de vecinos. ¡¡Hasta cuándo!! Cuánto tiempo habrá que esperar para que se deje de repetir semejante historieta. Desde los tiempos de Antonio Monge (sea o no El Planeta) y Lázaro Quintana su actividad profesional era notable y si subían a las tablas de los teatros qué no harían en los cafés, ventorrillos, barberías y tabernas. En casa también, claro está, y entre ellos más a gusto que cantarían, pero de ahí a la 'época hermética' que nos han querido vender va un trecho, grande no, enorme.
*Gracias a mi amiga Esperanza Galán por el dato y la foto
calle Mármoles  1907, tras la inundación del Guadalmedina

martes, 24 de abril de 2012

Caña y Polo agitanado en 1805

El polo viene apareciendo como uno de los primeros estilos flamencos, las referencias son bien numerosas, en este blog hemos dado buena cuenta de ello. Hoy extraemos unos versos de una sátira-poesía que apareció en el periódico madrileño Minerva o el Revisor General, en su número de enero de 1805 (p.158). Se refiere a una caña y el polo agitanado que canta una joven que se llamaba Juliana (el apellido no sé)
Volvemos a leer majo referido a los pre-flamencos, Zalmorejo y Juanele, con guitarra en ristre. Y los gorjeos, la enarmonía como medio modulante al que se refería Falla definiendo las características musicales del cante jondo, en 1805
Del quejumbroso polo agitanado nos habló el Conde de Noroña en un poema editado un cuarto de siglo antes, en 1779
Estas malagueñas dieciochescas estaban lejos de ser las que hoy conocemos. No así las sevillanas, y hasta la caña y el polo agitanado, que eran flamencones, gitanos. Si los escucháramos no asomarían ni el de Tobalo ni el Natural, ni la caña de Curro Dulce, pero que tenían su acento flamenco está fuera de toda duda. Y las variaciones del fandango de Cádiz no son otra cosa que falsetas en proceso de cristalización.
Hemos encontrado también una postdata de Don Preciso en referencia a una crítica a su libro Colección de las mejores seguidillas, tiranas y polos que se han compuesto para cantar a la guitarra (1799, 1803 y ampliada en 1805) que apareció en el Diario de Madrid del 27 de abril de 1803
El polo es la canción favorita de los gitanos afirma el recolector de coplas populares Iza Zamácola.
A imagen y semejanda de éste polo agitanado Manuel García compuso sendos polos que hicieron furor durante buena parte del siglo XIX. Estilización lírica de los sones populares. Hoy se lo podemos escuchar a la inefable Cecilia Bartoli en una versión si bien demasiado lírica es soberbia, como todo lo que canta la soprano romana.

sábado, 21 de abril de 2012

Controversias, puntos guajiros en 1840

Jacinto de Salas vio publicado su libro Viajes. Isla de Cuba en 1840. En él menciona las décimas que improvisaban tres cantadores al modo del trovo alpujarreño, vivo aun hoy en el punto que se practica en La Palma canaria y por supuesto en Cuba y buena parte de los países hispanoamericanos. He aquí el antecedente de la guajira flamenca.
En la antigua Casa de la Trova de Santiago de Cuba pudimos vivir en 1990 una escena casi idéntica a la aquí descrita (incluidos los elogios alambicados con que nos colmaron en aquella ocasión).
En el video de youtube los maestros Justo Vega y Adolfo Alfonso nos deleitan con una ya clásica controversia.

martes, 17 de abril de 2012

Pastoras en Madrid 1938

Como es bien sabido Pastora Pavón y su tocaya Pastora Imperio estuvieron toda la guerra en Madrid. Reinaban en las tablas de la capital del ¡no pasarán!. Esta página apareció en Mundo Gráfico el 4 de junio de 1938. Pastora Imperio, la gitana maravillosa, airón y orgullo de su raza, la Niña de los Peines, el ruiseñor castizo y flamenco, y junto a ellas la desgarradora cancionista Carmen Flores. Veteranas de la popularidad.

lunes, 16 de abril de 2012

Ya empezamos

Resulta que mientras los investigadores de todo el mundo celebran la llegada de las nuevas tecnologías, aquí comienzan a sonar los agoreros que cantan sobre la poco meritoria labor de investigar con google, así lo llaman. Ya lo he leído un par de veces y la verdad que no lo entiendo. ¿Cómo se puede afear un dato porque éste sea encontrado usando los motores de búsqueda que nos proporciona la red? Cuando lo importante es saber buscar.
Hasta hace bien poco teníamos que desplazarnos a archivos y bibliotecas para, tras cinco horas tragando polvo, hallar un dato. Ahora en internet (y cada día más) se pueden encontrar auténticas joyas para la investigación desde casa. Vean sino papeles flamencos, flamenco de papel, el eco de la memoria o este Afinador, entre otros.
No empecemos a ponerle pegas a lo que no es sino una valiosísima herramienta para la investigación histórica. Va a resultar que un dato es 'más flamenco' si se encuentra sumergiéndose en los papeles antiguos, a la antigua usanza, pero si procede de internet, eso no, no es puro, no tiene pellizco. Aro, aro.

miércoles, 11 de abril de 2012

El Planeta, un personaje, un tunante

Hace 10 años estuve en la BNE fotografiando el contenido de la Biblioteca Dramática, volúmenes que recogen teatro breve español del XIX, sainetes, zarzuelas, etc. Me centraba en aquellas que eran más flamencas. Entre ellas encontré una titulada Los Tunos Castigados o la Zambra del Molino.
  Esta zarzuela escrita por Mariano Fernández se estrenó en diciembre 1851 en el Teatro del Instituto de Madrid (las fotos que aporto apunta a una representación en 1864, aunque fue aprobada por la censura en 1849 según figura al final de la obra). Uno de los personajes no es otro que El Tío Planeta interpretado aquí por José Móstoles.
En esta zarzuela el Planeta figura como aperador (capataz) junto al Tío Garrocha, aunque según la escena a continuación bien podría tratarse del director de la comparsa de tunantes que están contratados para la fiesta
Hasta aquí todo normal. Sin embargo hace pocos días encuentro una obra titulada Los Pícaros castigados o La Fiesta del Cortijo, con una canción escrita por el compositor Ignacio Ovejero y el resto de la música de Cristóbal Oudrid y libreto de Mariano Fernández. Aparece en El  Clamor Público del 22 de diciembre de 1848. Los mismos personajes aunque otros actores. En ésta, en vez de Tío Planeta  es simplemente Planeta, interpretado por José Pérez Pló.
Cartel de Valencia 24/12/1849)
Por lo que se ve la obra, navideña, tuvo un título en 1848 (Fiesta Cortijo) y fue cambiado en 1849 para estrenarse en 1851 (Zambra Molino). Pero el asunto no acaba aquí. El gran Francisco Asenjo Barbieri, en su papeles, ordenados y publicados por Emilio Casares, nos dice:
Y lo confirma el Diario Oficial de Avisos del 23 de diciembre de 1851 y también que fue estrenada con aplauso en el teatro de Sevilla.
La obra no gustó mucho al crítico de La Ilustración ya que el 3 de enero de 1852 publicó este breve comentario
¿No será que hay dos Zambras, la de Fernández (con dos títulos) y la de Albarrán? Efectivamente, en la relación de obras que aprobó la Junta de Censura de Teatros del Reino de 1850 aparecen Los pícaros castigados o La Fiesta del Cortijo - zarzuela en un acto, y por otra parte La zambra del Molino - zarzuela en un acto.
En Cádiz Albarrán ofrece la Zambra en el Molino en el Balón en Enero de 1856. La noticia nos da además el nombre del autor de la música: Silverio López Uría.
Se trata entonces de dos obras estrenadas el mismo año, la de Albarrán (que no conocemos) y la de Fernández que se puede leer en este enlaceDesconocemos porqué Fernández adoptó en 1851 el título de Albarrán, será que le gustó más.
Que El Planeta apareciese en una obra de Albarrán, renombrado autor y actor gaditano, no resultaría extraño, pero si éste aparece en la de Fernández nos confirma una vez más que el cantaor, mediado el siglo XIX, era bastante conocido, hasta el punto de configurar un personaje.
Albarrán debutó en Cádiz en 1846 y hasta su fallecimiento en 1883 tuvo una carrera muy exitosa. Escribió entre otras obras las muy flamencas La Cigarrera de Cádiz, donde canta Paquirri Guanter en 1847, El Torero de Madrid, La fiesta de San Juan, Soledad la Trianera, La fábrica de tabaco de Sevilla, Una hora en el Colmado del Puerto de Santa María. Por lo visto fue un diestro panderetero ya que aparece en alguna ocasión haciendo difíciles variaciones con la pandereta. Y también cantaba y tocaba la guitarra. En La sal de Jesús de Soriano Fuertes en 1865 El señor Albarrán nos hizo una mozo muy cruo muy bien caracterizado y cantó acompañándose con la guitarra un zapateado con letra disparatada que hizo reir muchísimo al público, que le colmó de aplausos y le hizo repetir (si era en aire de tanguillo como el zapateado de hoy, lo que cantó debieron ser unos cuplés sesenteros).

viernes, 6 de abril de 2012

La Velada de los Ángeles, una tradición perdida

La Velada de Nuestra Señora de los Ángeles es recordada entre la afición flamenca sobre todo por haber sido el escenario donde en 1886 Chacón y su maestro Enrique El Mellizo se marcaron una memorial competencia entre seguiriyas y malagueñas. Blas Vega afirma que su primer encuentro fue en Jerez, donde dicen que el maestro gaditano profetizó acerca del joven Chacón: 'A tí te dirán un día el Papa del cante'. Ese encuentro propició que Chacón fuese contratado para la Velada. No hemos encontrado noticias sobre ese momento aunque si tenemos alguna sobre la célebre feria gaditana. Corresponde al periódico madrileño El Día del 6 de agosto de 1886 y en ella se hace un escueto pero claro recorrido por la historia de la Velada que se celebraba en la alameda que antaño se llamaba del Perejil, en 1870 se conocía como Las Delicias y hoy Parque Genovés. Esta Velada sustituía a la del Corpus que se venía celebrando desde 1868 en ese mismo recinto. En otro emplazamiento se hizo no obstante desde 1861.
Aunque las fotos corresponden al año 1901 (Ilustración Española y Americana 8 de agosto) nos podemos hacer la idea de cómo era. Al fondo el mar en la boca de la Bahía.

Reproducimos a continuación el comentario de la IEA del 8 de septiembre de 1870 sobre la primera Velada de los Ángeles que se celebró en Cádiz

Esta fiesta se celebró hasta 1948, desapareciendo sin dejar rastro. Se retomó en 1988 con el nombre de Velada de los Angelitos, emplazándose en la Punta de San Felipe, y se acabó diluyendo. Con el Ayuntamiento de Cádiz, asín.

domingo, 1 de abril de 2012

Un baile en Granada, 1844

El primero de tres artículos del jienense-granadino José Giménez Serrano (quien ya nos asistió en esta entrada bajo el título La Cruz de Mayo, El Baile  (ver al final de la entrada) apareció el 28 de abril de 1844 en el Semanario Pintoresco Español. La sección del periódico se llama Costumbres populares, inspirado quizá por las Costumbres andaluzas de El Solitario.
G. Serrano confiesa que este baile en Granada le hace revivir otro al que asistió en Sevilla: 'Me olvidé enteramente de nuestros bailes de sociedad, donde todo es fastidio y laxitud, y admiré aquellas notabilidad de canto y de baile, que contando con los solos recursos naturales, y sin tener formado el gusto, rivalizaban y superaban a veces a las ponderadas donnas de nuestros teatros y a los orgullosos bailarines de tablas. Esta misma observación se me había ocurrido en Sevilla, cuando oí cantar al Planeta y al Tillo, a María de las Nieves y a Juan de Dios; y ahora había encontrado dignos rivales en la Rubia, en el Canario, en Lenteja, y otros se me recordó'. Sin ninguna duda el escrito de El Solitario inspiró este de Giménez, quien solía alabar la labor de Estébanez en sus artículos. ¿Estuvo Giménez Serrano en Triana en el 1838 o solo está emulando al Solitario?
A lo que vamos. Este baile en Granada describe una fiesta en casa de la Tía Tarasca en el barrio de San Lázaro, a la entrada de la carretera de Málaga 'donde habita la gente de mano pesada, de corazón duro y de intenciones bizcas' donde cantan, tocan y bailan Joseillo, El Canario, La Rubia y El Lenteja (nadie diría que estamos en 1844, más bien parecen los ochenta, cuando el padre de La Rubia mató al Canario; y el bailaor Lenteja (Paco de Lucena, en realidad Lentejo. Pero ninguno de los tres había nacido. En el 44 nace Juan Breva).
Los protagonistas de esta fiesta son Clara La Rubia, con las voz más dulce que un ruiseñor y que también toca la vihuela, y Currilla y La Gitana que bailan sobre las rosas sin ajarlas, y el Canario que después de toser canta con voz hermosa de tenor. Y Joseillo. ¿Se podría tratar de José el Granaíno, el cantaor general de cantiñas y cañas? No sabemos cuando nació pero sí que en 1852 tuvo que dejar los ruedos por una cogida. Por la letra que canta en la fiesta bien podría tratarse del cantaor dicen algunos que de Sanlúcar.
¡Viva Cádiz, viva El Puerto
viva quien sabe querer,
vivan los hombres que sufren
penas por una mujer
También encontramos una descripción bastante detallada del toque por granadinas: 'El fandango llamado Granadina que se tocaba, tiene una magia inexplicable en sus sencillas notas; el gusto del guitarrista, que por lo general es diestro y se deja llevar de su imaginación, hace que unas veces parezcan sus armonías el remedo de un canto guerrero, que declina en música bulliciosa y desordenada como el ruido de una bacanal; otras suaves y amorosas, melancólicas o alegres, combinadas con el golpe acompasado sobre la tapa...".
Aconsejamos su lectura, tiene miga esta descripción de una fiesta flamenca en 1844.