Fiesta de San Juan, Amancaes 1843 |
Sabemos desde los últimos años setenta que fue Rubem Dantas quien lo trajo de Perú tras el regalo que Caitro Soto, tocador de cajón del grupo Perú Negro, hizo a Paco de Lucía en la embajada de Lima allá por el año 1977.
Para sacar de dudas a los más escépticos que lo mismo niegan la paternidad mexicana de la petenera como la cubanía de la rumba traemos una noticia de la prensa barcelonesa en 1886 dentro de un artículo dedicado a las vendedoras de camarones en el Perú de finales del XIX.
La victoria de las camaroneras La Ilustración, Barcelona 14/2/1886 |
Cachazpari: En Perú convite nocturno
¡Cuánto se aprende en tu Cátedra de Flamenco!
ResponderEliminarTu trabajo, aparte de valioso, es impagable, te lo digo tal y como lo siento.
Te deseo que tengas un año 2015 pleno de dicha y bienestar....Con muchas cositas para tus fieles seguidores, entre los que me encuentro desde hace años y en primera fila ¡Como está mandao! Pues eso, que sean muchos más, Faustino.
Un fuerte abrazo.
Mari Carmen.
Querida Mari Carmen, gracias a ti por estar siempre ahí, animando a seguir adelante con estas cosas de la investigación en el flamenco. Un abrazo muy fuerte y mis mejores deseo también para ti.
ResponderEliminarMe gusta especialmente lo de "ombliguismo", ya que esto nos impide reconocer muchas cosas. Siempre encuentras la palabra correcta para definir. Eres genial, sigue investigando y deleitandonos a los que te seguimos. Un saludoy feliz año.
ResponderEliminarDe lo que sé yo, las autoridades prohibían a los esclavos de utilizar sus tambores africanos, porque esos tenían que ver con paganismo y quizás los esclavos tratarían de pasar mensajes secretos con ellos. Por eso los esclavos empezaban utilizar otras cosas para hacer música: las cajas que servían para embalar los productos coloniales.
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