crónicas flamencas en la prensa de siglos pasados

crónicas flamencas en la prensa de siglos pasados

sábado, 26 de julio de 2014

Repentistas, troveros, improvisadores, 1840

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Tuve la suerte hace unos días de compartir de nuevo con Alexis Díaz Pimienta, repentista mayor de Cuba, con motivo de un maravilloso concierto que nos regaló Raúl Rodríguez en Etnosur. Recordé entonces que hace un tiempo encontré una noticia de 1840 en la que se hacía referencia a los 'improvisadores' andaluces. Por si fuera de interés para alguno de ustedes la subo aquí.

Los improvisatori napolitanos. El Instructor 6/1840

domingo, 20 de julio de 2014

Diez años sin Antonio Gades

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Han pasado una década y parece que fue ayer. Se apagó en su habitación del Gregorio Marañon a las cinco de la tarde. Llevó la mejor muestra de nuestra cultura durante medio siglo por todo el mundo, como hizo Paco. Te echo mucho de menos Maestro, con perdón.


Las fotos están extraídas del libro que hice mientras presidí la Fundación, 2004/2006, todas de su archivo personal, menos la primera que está hecha en 1994 en casa del doctor Barros en Udra (Pontevedra) donde fuimos a acabar el guión de Fuenteovejuna con Pepe Caballero Bonald, hace 20 años. Y la última, en febrero de 1995 en el Bunka Center de Tokio acabando la gira con la Carmen.

jueves, 10 de julio de 2014

La guitarra requiere vino

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Se está tardando mucho en incluir el flamenco en los conservatorios, es inaudito que el de Madrid no tenga cátedra de guitarra flamenca. Ignorancia más grande en el mundo no la hay. Injusticia tampoco. El maestro Andrés Batista lleva media vida intentándolo y va para cuarenta años que le están dando coba.

El instrumento en su patria chica se ha considerado de segunda clase, apto solo para acompañar el vino y los cantares de la tierra. No solo la modalidad flamenca, la llamada guitarra clásica sufrió también el desprecio, siendo mal recibida en las salas de concierto, incluso en tiempos de Andrés Segovia, el verdadero artífice de la hazaña. Al año siguiente del concurso de Granada, con dibujo incluido, aparecieron en el periódico La libertad del 22 de febrero de 1923 estas dos sextillas


Al redactor no le gustaba ni el instrumento ni el excepcional intérprete. Con el tiempo la guitarra ha ido ocupando su lugar, Paco de Lucía acabó de encumbrarla.

La más importante contribución de España al mundo de la música despreciada en casa. Díganme qué sería del pop y el rock sin la guitarra española (afinada mi-si-sol-re-la-mi). Por no hablar de su expansión de Algeciras a Estambúl. Felipe VI El Preparado, como dice mi amigo Luis Lázaro, debería hacer algo al respective, que diría Manquiñas.

sábado, 5 de julio de 2014

Fanny Stanley, la amazona que quiso ser bolera

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En el mundo del baile agitanado del siglo XIX hubo tres Fanny, la vienesa Fanny Elssler, divulgadora principal de la Cachucha y otros bailes de entonces, la napolitana Fanny Cerrito, y la inglesa Fanny Stanley, un joven amazona que durante un tiempo disfrutó del afecto del público madrileño, no solo montando a caballo sino bailando el Ole o el Vito. Desde su llegada en 1850 obtuvo el aplauso de la afición.

Diario Oficial de Avisos 25/10/1850

Diario Oficial de Avisos 12/11/1850

Hace falta valor para montar a todo escape con una gran serpiente boa constrictor.

Diario Oficial de Avisos 19/1/1851

Pero la llamada de los bailes nacionales también llegó a la amazona inglesa que pronto se hizo eco de su pretensión de interpretar algunos de los más populares.

El Obervador 20/2/1851

El Ole bailado junto a otras piezas de corte gitanesco como Triana y la Macarena.

El Observador 24/2/1851

La Ilustración no tardó en retratar las intenciones de la neo-bolera quien, según el cronista, empuñó el cetro de reina de teatro durante dos meses


La Ilustración, Madrid 23/3/1851

El Vito no era sevillano sino gaditano, que pronto estará entre las piezas más aplaudidas.

El Popular 22/3/1851

Y no queda ahí la cosa junto a Guerrero, nada menos, quien según Cambronero* le enseñó los viales boleros, ahora le toca el turno al jaleo y a los panaderos en Los marineros de Cádiz.

Diario Oficial de Avisos 31/3/1851

Atreviéndose con las piezas más cañís del repertorio y en la compañía de bandera en el género, la de Dardalla, con Pardo y aquellos pioneros flamencos.

Diario Oficial de Avisos 1/5/1851

No parece que corrieran buenos tiempos para la amazona, se le critica que dejara los caballos por el los bailes boleros, por pura excentricidad inglesa.


La Ilustración 7/6/1851

Nueve meses después de su llegada a Madrid anuncia su última actuación a causa de su inminente viaje al extranjero.


El Heraldo 26/6/1851

Pero al cabo de un mes aun no se ha ido, pero si ha dejado los bailes nacionales para regresar a sus orígenes de amazona, en este caso en un función benéfica 

Diario Oficial de Avisos 23/7/1851

En agosto aún actúa en Madrid, ahora bailando de nuevo, pero este vez la alemanda junto a Carrión. Por lo visto se aleja de la la gente del bronce. 

El Observador 6/8/1851 
A finales de ese mes de agosto se vuelve a anunciar su partida, concretando ahora que regresa a Londres.

El Observador 30/8/1851

Según la España Moderna se despidió el 2 de septiembre partiendo para su tierra. No se supo más de ella durante años. Tendremos que esperar ocho para encontrarla de nuevo en Madrid participando en el Circo Price como bailarina española al interpretar otra de las obras saladas del repertorio, El valentón del Perchel.

Diario Oficial de Avisos 24/10/1859

Y por lo visto en los años que estuvo fuera parece que la Stanley cultivó el género nacional. En su reaparición madrileña presentó una gran estampa española de transformación.

Diario Oficial de Avisos de Madrid 1/10/1859

Por estos lares nunca más se supo. Sabemos sin embargo que en 1856 trabajó como amazona del circo de la emperatriz de Francia, que nació en Londres y que en ese mismo año el barón L. P. Nurb publicó una biografía suya que no hemos podido localizar, aun. Seguiremos indagando, in memoriam.

* Carlos Cambronero: Crónicas del tiempo de Isabel II, La España Moderna Julio 1913, equivocando a lo largo del texto una década los datos aportados, pone 1861 donde debe decir 1851.