Los descendientes de El Viejo de la Isla y de María Borrico (ya sabes, los Melu), entroncados con Pepa de Oro, hablaban de un perro al que le decían:
-"¡Canta un poquito por seguiriya!"
y el perro se templaba en aullidos. Evidentemente hay que desbrozar la anécdota, para separar la imaginación, como cuando leemos a Pericón de aquel perro que le dijo "ratero". Gracias por tus hallazgos. Un abrazo.
Cuando tenía el bar en las tres mil, allá por los finales de los setenta, venía un gitano que tenía un perrito cruzado, supongo que de caniche con cochino, por lo feo que era. Cuando estaba alegrete lo cogía en brazos y se ponia a cantar. El animal aullaba lastimeramente, no sé si lamentándose de lo mal que lo hacía su dueño o intentando hacerle las octavas. De cualquier manera, era un verdadero espectáculo. Un saludo.
Los descendientes de El Viejo de la Isla y de María Borrico (ya sabes, los Melu), entroncados con Pepa de Oro, hablaban de un perro al que le decían:
ResponderEliminar-"¡Canta un poquito por seguiriya!"
y el perro se templaba en aullidos. Evidentemente hay que desbrozar la anécdota, para separar la imaginación, como cuando leemos a Pericón de aquel perro que le dijo "ratero".
Gracias por tus hallazgos. Un abrazo.
Cuando tenía el bar en las tres mil, allá por los finales de los setenta, venía un gitano que tenía un perrito cruzado, supongo que de caniche con cochino, por lo feo que era. Cuando estaba alegrete lo cogía en brazos y se ponia a cantar. El animal aullaba lastimeramente, no sé si lamentándose de lo mal que lo hacía su dueño o intentando hacerle las octavas. De cualquier manera, era un verdadero espectáculo. Un saludo.
ResponderEliminarSaludos José Luis
Eliminar"Con voz de perro' Pericón.......... 'ratero'... jajjjaja Oleeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarQue le escondía las perras gordas el cabrito. Un abrazo
EliminarImaginación flamenca, ni más ni menos ¡Qué arte!
ResponderEliminarQue no "bichearás tú por ahí...!
Un abrazo.
Mari Carmen.
Un abrazo Mari Carmen
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