Resulta que mientras los investigadores de todo el mundo celebran la llegada de las nuevas tecnologías, aquí comienzan a sonar los agoreros que cantan sobre la poco meritoria labor de investigar con google, así lo llaman. Ya lo he leído un par de veces y la verdad que no lo entiendo. ¿Cómo se puede afear un dato porque éste sea encontrado usando los motores de búsqueda que nos proporciona la red? Cuando lo importante es saber buscar.
Hasta hace bien poco teníamos que desplazarnos a archivos y bibliotecas para, tras cinco horas tragando polvo, hallar un dato. Ahora en internet (y cada día más) se pueden encontrar auténticas joyas para la investigación desde casa. Vean sino papeles flamencos, flamenco de papel, el eco de la memoria o este Afinador, entre otros.
No empecemos a ponerle pegas a lo que no es sino una valiosísima herramienta para la investigación histórica. Va a resultar que un dato es 'más flamenco' si se encuentra sumergiéndose en los papeles antiguos, a la antigua usanza, pero si procede de internet, eso no, no es puro, no tiene pellizco. Aro, aro.