La izquierda y la derecha y la ultraderecha
Jesús Quintero rubricó su fructífera asociación con el músico algecireño al proporcionarle en la remozada TVE en colorines un espacio monográfico en prime time monopolístico: La hora de... Paco de Lucía”. Allí pudo el guitarrista dar a conocer sus gustos y pareceres. Corría 1976 y con harta frecuencia corrían también por las calles los grises y los de uno y otro bando de las dos españas. Comenzaba la Transición y opinar tenía sus riesgos. “Me acuerdo que íbamos a la tele en el taxi –habla Emilio de Diego-, y Jesús Quintero, que era el manager e iba a ser el locutor en el programa, llevaba un cuestionario. Él iba sentado delante y Paco y yo detrás. Me acuerdo que íbamos por la Castellana y Quintero le empezó a leer el cuestionario a Paco. Paco, que ya se sabe lo tímido que es para esas cosas, empezó: “¿Pero yo tengo que hablar?”. Pues claro, si es un programa para ti. “¿Y qué digo?”. Y me acuerdo que una de las preguntas era, ¿qué mano es más importante para tocar la guitarra, la izquierda o la derecha? Entonces Paco me preguntó cómo lo veía y le dije: Hombre, la izquierda, simplificando, es la que busca, la inteligente, y la derecha la que ejecuta. “¡Coño, que bien!” Maldita la hora. Y luego en otro momento pregunta Jesús: “¿Qué teme usted más, a la muerte o al ridículo?”. Y otra vez Paco, “¿qué digo?”. Hombre, pues hay una cosa peor, que es una muerte ridícula; como en una guerra. “¡Joder!”. Yo, la verdad, estaba politizando. Era la época en que politizábamos todo. Bueno, pues salió el programa y Paco dijo todo eso, y unos días después de emitirse el programa, a la salida del cine Avenida –en plena Gran Vía madrileña-, que él estaba con Casilda, todavía no se había casado con ella, asaltó a Paco un grupo de la ultraderecha: “Tú, ¿dices que la Derecha ejecuta? Pues toma, hijoputa. Ya no vas a tocar más”. Y le pegaron, le pisaron los dedos y las manos. Le pudieron destrozar para siempre, lo que pasa es que hubo gente allí que se metió y detuvo la agresión. Yo me enteré a los diez minutos y es una cosa que siento en el alma. Yo fui el culpable, pero también a él le gustó decirlo. Fue tremendo”.
Buscando en la prensa el rastro de aquel suceso vemos que el programa se emitió en la primera semana de Marzo de aquel año.
ABC 6/3/1976 |
Pero la paliza que recibió el pobre Paco no fue unos días después sino en diciembre. Los ultras se cebaron con él en presencia de su entonces novia Casilda Varela antes de entrar al cine Avenida. Se casaron en Amsterdam el 27 de enero de 1977.
ABC 15/12/1976 |
España lleva 40 años ninguneando el flamenco, y Paco de Lucía lo sabe mejor que nadie. Mientras el mundo entero lo aplaude y aprende a tocarlo, cantarlo y bailarlo aquí seguimos ovacionando a Fangoria, que Alaska sí que representa nuestra cultura, aro, aro...
Terrible, Faustino, terrible! Herederos de aquel miserable Millán Astray, el de "¡Viva la muerte!", el que por poco nos deja sin Unamuno, esta gente estuvieron a punto de desgraciar de por vida a uno de nuestros mejores embajadores. No sólo España ningunea el flamenco. ¿Para cuándo un programa digno sobre Flamenco en Canal Sur? Parece que nunca: por aquí abajo parecer que tós "nos llamamos copla".
ResponderEliminarEn Buenos Aires no hay un programa de tango, hay un canal 24 horas. Aquí es vergonzoso. También influye la horda nacional-purista que viene pregonando que fuera del contexto doméstico el flamenco pierde esencias. ¡Toma! como todas las músicas. Ya quisiera yo echar una noche de fiesta con Peter Gabriel o con Paul McCartney. Un abrazo
EliminarOs leí en su día el lamentable episodio. Eran muy frecuentes ese tipo de incidentes, en aquél Madrid de la Transición. Fuerza Nueva y los Guerrilleros de Cristo Rey campaban a sus anchas con la connivencia del estado. Después de todo tuvo mucha suerte. Afortunadamente. Lo del policía que estaba ocupado con el tráfico ¡pa´charlo! Algunos policías locales, treinta y tantos años después, siguen haciendo lo mismo. Un abrazo.
ResponderEliminarPa'charlo al cbr. Un poco más fuerte y nos dejan sin Paco, y no hubiera pasado nada, solo nos privaban de uno de los mejores españoles de la historia. Un abrazo
EliminarEsta historia vista con el paso de los años es aún más terrible. Pensar que unos energúmenos golpearon a un artista por unas declaraciones en tv me pone los pelos de punta. Gracias por presentarnos los hechos documentados. Es admirable.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por comentar Antonia. Imagínate que le destrozan las manos. Por hechos como este nuestro papa Francisco I sabe mejor que nadie cómo es tratado el flamenco en España. Saludos
EliminarBien está recordarlo, Faustino. Qué le gusta a la caverna que un artista no se "signifique"...
ResponderEliminarGracias Carlos, alegra verte por aquí. Tú lo has dicho, la España cavernícola es anticultura por definición.
Eliminarmis padres analfabetos y mis abuelos de letras claro eran mas cultos que todos estos elementos mas bondad y umildad descendientes de los cantos tradicionales los ditaos y el cante flamenco romancesy demas culturas flamencas es un honor hestar con ustedes son unos maestrazos de la cultura flamenca que pena que lo que llamaban colegios nos quitaran asta nuestro castuo que tenia la musicalidad mas linda que existe y eso ablando no digamos nuestros pregones y ditaos son maravillosos ayudadme a
Eliminarrescatarlos por fabor
gracias me llamo angel garcia cintas soy de almendralejo badajoz y vivo el flamenco
EliminarAhora lo veo , casi un año después pero más vigente.
ResponderEliminarFelicidades.
Lo mismo digo y que s recuerde.
ResponderEliminarAlegría verte por aquí querida Marieta. Besos
ResponderEliminarEs curioso. En octubre de aquel mismo año 76, yo fui igulamente objeto de una agresión terriblemente vejatoria al lado del hotel princesa sofía de Barcelona ciudad. Un grupo de una docena de individuos -entre ellos había alguna mujer- me robó lo que para mi era una fortuna: una moneda de quinientas pesetas que me había dado mi abuela en el pueblo donde había pasado yo el verano. Me apuntaban con cinturones y me decían que también tenían navajas. Pero lo peor de todo fue que mientras me robaban, me llamaban ladrón a mi a gritos. De la gente que pasó por ahí, recuerdo que ni se giraron a mirar. Aunque también es verdad que mi estilo es de no quejarme, y posteriormente aplicar la ley del talión. Y decía al principio que es curioso, porque yo toco también el tango entre dos aguas, y además de una forma relativamente parecida a la del autor -en el sentimiento me refiero lógicamente.
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