Una de las mayores incógnitas que aun no podido resolver la flamencología es precisamente el origen de la denominación flamenco referida al género musical. Las diferentes opiniones se resumen en cinco principales teorías. La de Blas Infante, que planteó que el origen de tal nombre estaba en la expresión árabe felah-mengu, campesino sin tierra, en referencia a los moriscos que para evitar la expulsión huyeron a las sierras (son de la loma y cantan en llano). En este sentido el padre García Barrioso apuntó que Fellah-mangu es como llaman en Marruecos a los cantos campesinos. La más común defiende que si medidado el siglo XIX a los gitanos se les comenzó a llamar flamencos (etimología flama), y así se denominó su música. Por su parte Suárez Ávila propone que el apelativo se debe a los cuchillos llamados flamencos muy comunes en Andalucía, preferentemente entre los gitanos. Pedrell propuso la poco creíble teoría de Flandes, por aquellos cantores que acompañaron al César Carlos en su llegada a Castilla en 1522. Y por fin están los que afirman que se llamaban se llaman flamencos a los artistas que por su indumentaria, con chaqueta de talle corto, simulan las patas largas de los pájaros del mismo nombre, bastante comunes en las zonas húmedas de Andalucía. Además el musicólogo Marius Scheneider propone que flamenco es el ave que en la simbología medieval se emparenta con el modo de MI, el frigio sobre el que se realizan buena parte de las melodías flamencas.
La noticia que traemos hoy apoya la teoría del ave zancuda. Aparece en una recensión que el poeta, escritor, ensayista, periodista, biógrafo, crítico literario, diplomático y jurista cordobés (Pozoblanco) Antonio Porras escribió para El Heraldo de Madrid del 18 de junio de 1929 sobre el libro de Rodríguez Marín El alma de Andalucía en sus mejores coplas amorosas escogidas entre más de 22.000. Madrid: 1929.
Porras se inclina por la teoría del pájaro mientras opina que el arte flamenco es el híbrido de gitano y castellano, cuando un castellano recrea el cante gitano el resultado es el flamenco. En cierta manera así lo creyó Demófilo para diferenciarlo del jondo, así lo hicieron Falla y Lorca. Hoy llamamos flamenco a todo el repertorio, poliédrico como pocos.
También está la teoría de la sustantivación de un adjetivo: "Flamenco" como chulo, echao´pa´lante, astuto, zalamero; muy acorde con la actitud de los artistas del género, y con la de los gitanos en particular. Pudo la actitud bautizar el arte practicado por estos personajes. ¡Un saludo y felices fiestas a todos!
ResponderEliminarGuillermo Castro
Hola Guillermo, se incluye en la segunda ya que pienso que deriva de ella o viceversa. Habría que ver si 'ponerse flamenco' es anterior a los cuarenta del XIX, cuando se empieza a llamar flamencos a los calós. En la hemeroteca y gbooks comieza a aparecer a partir de 1920. A lo mejor encuentras fuentes anteriores. Saludos y feliz año.
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