Creo que los flamencos son el resultado de la más exquisita mezcla de sangres y culturas destiladas en el tiempo. De hecho su música es pura fusión. ¿Existen gitanos puros? Claro que si. Puros mestizos de las mil razas parias de las Eurasias africanas de Veracruz.
Hace años, analizando la rítmica del tango de Cádiz, tuve la ilusión de ver África en el 6/8, América en el 2/4 y Europa en el 3/4, y observar como, al superponerlos, obteníamos el tanguillo, fruta exquisita del paraíso del mestizaje, con su población de mil culturas y herencia trimilenaria.
El tipo de gitano fue perfilándose en la música andaluza al compás de la jota, la seguidilla y el fandango, concentrado de cultura hispana. Todo bien sazonado con jaleo, tomando de aquí y allá. Sólo lo castizo vale para el asunto de crear un género único, agitanado, por ser ellos la fiel estampa de las Andalucías.
Y todos participan del festín, payos y gitanos (rara forma de dividir las etnias bajo-andaluzas). En el cante la melodía se traza queriendo dibujar un pasado idílico, moldeando la queja como orfebres.
Alquimistas los llamo. Fundir el metal del cante, microtonos que no caben en el pentagrama, con la guitarra temperada por los trastes en perfectos semitonos, es pura alquimia.
1900, el repertorio está listo, abróchense los cinturones. A cantar se ha dicho, que no quede un resquicio de cante, toque y baile sin conquistar, compás, rítmo, armonía, la música de los jipíos individuales.
Entonces llegaron ellos, otra vez, los intelectuales queriendo enseñar al público, auténtico mantenedor de la cosa, qué es el flamenco, esta vez con exquisitos poemas inspirados en el universo mítico del gitano andaluz, sentando las bases de la novela de los cincuenta.
Y llegó la maldita guerra, tras ella el género languidece, llegan los olvidos, las manipulaciones, el racismo. El cante no será para disfrutarlo, sino para vivirlo donde más puro se muestra, en un cuarto, y romperse la camisa escuchándolo ¡Claro joé!, personalmente nunca olvidaré aquella velada en casa de los Mozart).
- Y éste señor de aquí, que aunque tiene la voz un poco estropeaílla el hombre, canta cosas que tienen doce siglos.
- ¿Doce siglos? ¡Toma ya! ¿Y se han conservado?
- Intactos. Escucha.
- Bueno, ese cante se lo he escuchado yo al Mochuelo.
- ¿Y ese quién es?
- Antonio Pozo joé. Murió hace mucho.
- Ah, un gachó. Esos no saben cantar.
Esta es una entrada para aprender de los mayores en el tema flamenco cuanto artistas en esas fotos de algunos todavía lo he visto, otros no soy tan viejo, pero al primero si tuve la dicha de verlo bailar y cuando dejo el baile lo vi cantar y como cantaba por seguiriyas, a él el duende creo que lo tenia siempre consigo, no como a otros que unas veces lo tenia y otras carecía de él y el baile por bulerías era pura fantasía flamenca. Con Manolo Caracol hasta he fumao juntito los dos en mi calle cuando venia a ver a la Perla. Vaya entrada más buena, de verdad maestro me gusta una jarta. un abrazo de este jatible.
ResponderEliminar¡Hey Paco que te gusta un blog! Te envidio por todo lo que has vivido, y te doy las gracias por compartirlo. Un abrazo
EliminarQué razón tienes Faustino. Por estas tierras del sureste, las Murcias, todavía los hay que venden la moto del origen del cante minero desde lo más profundo de la mina. No hace mucho escuché en la Unión, dentro de la mina Agrupa Vicenta, decir de boca de un político: "Aquí surgió todo, aquí en la mina nació la taranta...". Ahora se lo llevan a la India, creando un festival paralelo e intentando demostrar los orígenes hindúes de la música flamenca. Fuegos artificiales. Un abrazo.
ResponderEliminarImagina entonces lo que harán en Granada en 2022. Un abrazo y gracias por comentar Dr.
EliminarQuerido profesor no solo me gustan los blog a mi lo que más me gusta son los escritos de los blogueros porque son puros flamencos con ellos he aprendido más que con los cien libros que tengo sobre flamenco y que me lo he leído, algunos hasta dos veces, para empaparme de ese tema. Quien me ha enseñao a mi de que la petenera viene de Méjico y no de un pueblo de la provincia de Cái, donde he aprendido yo de donde viene los tangos y así muchísima cosa más que no tengo espacio para poner aquí. Yo rezo todos los días para que estos blogueros dure una eternidad. un abrazo muy grande para vosotros amigos míos. Paco de Cái
ResponderEliminarMi querido Paco, claro que si, ese entusiasmo de chaval que tienes te lo ha regalado la vida y que sea por muchos años. Un abrazo muy grande
EliminarFaustino, como tu acostumbras a decir en tus clases de la UCA : Mora de la morería, Juanola le puso el cura, Juanola pa toa la via.
ResponderEliminarQue verdad es
EliminarMagnífica entrada, como suele. Para guardar y reaprender frente a tantos tópicos enraizados.
ResponderEliminarGracias siempre Almanaque, como lo pienso lo escribo. Un saludo cordobés.
EliminarFaustino, mi felicitación por esta entrada. Has estao sembrao. Se nota que tú también andas "mesturao": has juntao lo mejor de la guasa galega y madrileña con la gaditana.
ResponderEliminarGracias Andrés. La chispa viguesa me viene de casa, la madrileña la mamé en Tetuán, lo de Cai es más reciente. Un abrazo y no veas lo que me alegra que te guste.
EliminarOle Faustino! con tu permiso voy a compartir tu entrada para que se entere la gente de lo que es ser un flamencólogo "puro, puro", jejejejeje. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen, te veo la semana que viene. Un beso
EliminarPeazo de entrada compay... la he disfrutado mucho. Un abrazo
ResponderEliminarHey Antonio, gracias compañeiro, me alegra verte por aquí. Un abrazo
EliminarMuchas gracias Faustino, repito como en alguna otra ocasión que soy de los que apenas comentan tus entradas. Pero sí de los muchos que las disfrutan no sabes cuanto.
ResponderEliminarAdmiro tu capacidad de trabajo y te agradezco personalmente lo mucho que aportas con tus entradas al conocimiento y esclarecimimento de los comienzos de éste nuestro querido Arte Flamenco.
Un abrazo